En la última década Panamá ha experimentado avances significativos en el sector audiovisual abarcando tanto la televisión como la industria cinematográfica. El punto de inflexión se produjo en 2012 con la promulgación de la Ley de Cine, que estableció un marco legal para fomentar la producción y promoción de películas nacionales. Esta legislación introdujo concursos anuales con financiación económica, lo que resultó en un aumento notable en la producción de películas y documentales.
En la televisión predominan los formatos de reality shows y megashows, que constituyen la mayoría de las producciones locales. Dos cadenas principales, que controlan la mayor cantidad de canales de televisión, lideran este panorama.
“A pesar de los esfuerzos por convencer a los propietarios de cadenas de televisión para invertir en series panameñas, la rentabilidad de estas producciones no alcanza los niveles de los programas importados”, cuenta el director de cine Ricardo Aguilar a AV Creators News, Presidente de la Asociación de Escritores, Guionistas, Dramaturgos y Directores Audiovisuales de Panamá (EDAP).
La programación extranjera, especialmente las novelas turcas, han ganado terreno en la televisión panameña debido a su popularidad y rentabilidad. Aunque se han realizado intentos por impulsar la producción local, la predominancia de contenido importado persiste.
Ricardo Aguilar reconoce que la Ley de Cine “marcó un hito crucial para la industria cinematográfica del país” ya que “a través de concursos anuales se asignan 2.8 millones de dólares en premios distribuidos en cuatro categorías, impulsando la producción nacional”.
Antes de la ley de cine, la frecuencia de estrenos de películas panameñas era de aproximadamente una cada 4 o 5 años. Sin embargo, con el respaldo de esta legislación, se han producido entre 6 y 8 películas al año, incluyendo documentales.
Panamá Al Brown (2022), dirigida por Ricardo Aguilar
En el año 2022 la película “Plaza Catedral” del director Abner Benaim estuvo entre las 15 cintas semifinalistas para competir por el Óscar en la categoría Mejor Película Internacional. Si bien no llegó a la instancia final sentó un precedente en el cine panameño y se alzó con varios premios en festivales de distintas partes del mundo.
“Este aumento en la producción ha revitalizado el sector cinematográfico panameño, proporcionando una plataforma para contar historias auténticas y fomentar el crecimiento de talentos locales”, sostiene Aguilar.
A pesar de estos avances la rentabilidad de las producciones panameñas es un obstáculo que requiere estrategias innovadoras para superar. La adaptación de la legislación a las necesidades cambiantes del sector y la revisión de los fondos destinados al fortalecimiento y capacitación de talentos cinematográficos son pasos esenciales para garantizar un crecimiento sostenible.
“Ahora mismo, con los diferentes gremios y con el Ministerio de Cultura estamos revisando la reglamentación de esa ley de cine para adecuarla porque con diez años de estar en ejecución nos dimos cuenta de que era bueno hacer una revisión para mejorarla y ya está casi listo, solamente resta que sea sancionado por el Consejo de Gabinete del gobierno nacional”, explica el Presidente de EDAP.
Plaza Catedral (2022), de Abner Benaim
Los derechos de los autores audiovisuales
Con la creación del Ministerio de Cultura en el 2019 -a pesar de la pandemia- hubo avances importantes en lo que atañe a los derechos a los autores audiovisuales panameños. “En ese momento el Ministerio, a través de la Dirección Nacional de Derecho a Autor, comprendió la importancia, no solamente del derecho de autor como tal sino de los convenios y tratados que se han firmado por Panamá internacionalmente y trató de impulsar el entendimiento por parte, sobre todo de los usuarios, de la necesidad de la defensa de los derechos de los autores de las obras panameñas”, explica Aguilar.
Luego se produjo un cambio de gobierno que conllevó “un retroceso”. Según expuso Luis Romero, Secretario General de EDAP, en la Asamblea Anual 2023 realizada por FESAAL en Santiago de Chile, “la situación de Panamá está paralizada. No hemos comenzado a recaudar. Es una organización que está iniciando. Hemos hecho contratos de representación recíproca con diferentes organizaciones: ARGENTORES, DAC, DASC, ATN, AGADU, SOGEM, DBCA, SGAE, algunos se encuentran en etapa de trámite. La Dirección de Derechos de Autor, que se encuentra en el Ministerio de Cultura, se ha vuelto muy burócrata y rigurosa”.
El Presidente de EDAP sostiene que tienen “muy clara” su posición como entidad que defiende los derechos de los autores pero que “el Ministerio de Cultura no asume la posición en defensa de la ley y de los convenios internacionales y los tratados que se han firmado. Entonces estamos como en una especie de letargo, de pausa donde no pasa nada y a este gobierno le restan unos seis meses”.
En ese sentido los autores audiovisuales están pendientes de ese proceso y de que la entidad empiece a funcionar. “Tanto los autores más jóvenes como los que tenemos más trayectoria tenemos gran expectativa de que finalmente eso suceda como ocurrió con otras entidades hermanas como la colombiana, por ejemplo”, concluye Ricardo Aguilar.
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