En un continente tan vasto y diverso como África, la industria audiovisual está experimentando un crecimiento notable. Sin embargo, detrás de la pantallas, los directores y guionistas enfrentan enormes desafíos en lo que respecta al reconocimiento de los derechos como autores.
Con una diversidad de circunstancias y realidades en los 54 países que conforman el continente, los esfuerzos para establecer regulaciones sólidas y equitativas para los creadores audiovisuales están en marcha, con iniciativas como la Alianza Panafricana de Guionistas y Cineastas (APASER) que actualmente cuenta con más de 13.000 miembros en 29 países.
“Uno de los desafíos que ha enfrentado la industria audiovisual en África es la falta de documentación sobre las obras realizadas, lo que complica el proceso de remuneración y aplicación de leyes. De los aproximadamente 30 países donde existen Organizaciones de Gestión Colectiva (CMOs), únicamente 12 de ellas se dedican a gestionar las compensaciones por trabajos audiovisuales”, explicó el director y guionista Laza Razanajatovo, presidente de APASER y Coordinador Institucional de AVACI.
Distintos países, problemas similares
Cada país africano tiene su propia historia y contexto en cuanto a los derechos de autor para los creadores audiovisuales. En naciones como Nigeria, que alberga la floreciente industria de “Nollywood” con películas exitosas como El caballero del rey, dirigida por Biyi Bandele, que ocupa un espacio en la plataforma Netflix, los cineastas luchan por obtener una justa remuneración por su trabajo, a pesar de la producción constante de filmes y series.
El caballero del rey (2022), dirigida por Biyi Bandele
Senegal es otro de los países que ha demostrado un desarrollo en la industria audiovisual en los últimos años. Sin ir más lejos el largometraje Banel y Adama, de la directora francosenegalesa Ramata-Toulaye Syrodado, rodado en el árido norte de ese país, logró ser nominado para la Palma de oro en el último Festival de Cannes.
“El problema central radica en la falta de documentación que indique quién ha realizado qué trabajos, lo que dificulta la posterior determinación de las remuneraciones y la aplicación de la ley. Además, se dificulta la detección de dónde se han difundido las obras, la recuperación de los derechos y, en última instancia, la retribución a los creadores. En este contexto, APASER ha emergido como una respuesta efectiva a estas necesidades”, sostuvo Razanajatovo.
En Ghana y en Kenia, la ausencia de regulaciones sólidas dificulta que los creadores audiovisuales reciban el reconocimiento y la remuneración justa que merecen y es por eso que tanto directores como guionistas se han agrupado para conseguir que -de a poco- se los reconozca.
Banel y Adama (2023), dirigida por Ramata-Toulaye Syrodado
En un panorama que enfrenta dificultades considerables, los trabajadores, guionistas y directores del sector audiovisual en África han expresado preocupaciones apremiantes que afectan su labor y sus derechos. Estos profesionales, a menudo pasados por alto, están alzando la voz en busca de soluciones para los desafíos que enfrentan en sus respectivos roles.
“Otro de los problemas es la falta de seguimiento adecuado a la distribución y difusión de las obras. Los guionistas y directores nos enfrentamos a dificultades para rastrear las diferentes proyecciones de nuestras películas. En ocasiones, los productores, al no lograr un seguimiento efectivo, abandonan el esfuerzo, lo que conlleva una preocupación creciente por los derechos de autor”, afirmó el director Cheick Oumar Sissoko, Secretario General de la Pan African Federation of Filmmakers FEPACI de Mali.
Laza Razanajatovo, presidente de APASER Cheick Sissoko, secretario general de FEPACI
En ese sentido, la Alianza Panafricana de Guionistas y Cineastas (APASER) desempeña un papel crucial en la transformación de esta realidad. A medida que el continente se une para enfrentar los desafíos, la entidad trabaja con el apoyo de la Confederación Internacional de Autores Audiovisuales (AVACI) para abordar las lagunas legales y brindar una plataforma para la defensa de los derechos de autor en toda África.
“La falta de conocimiento sobre los derechos de autor y la escasa comprensión de los derechos relacionados con los guiones y la autoría en general generan un terreno complicado para aquellos que inician sus carreras en la producción audiovisual. La explotación comercial de las obras y la gestión de los derechos del autor también suelen ser temas complejos”, manifestó Axmel Renée Compaore, directora de la repartición Oficina de Derechos de Autor de Burkina Faso (BBDA).
La importancia de APASER
Además de los desafíos internos, surge una cuestión mayor: la dificultad de recaudar y hacer valer los derechos de autor en una región tan diversa y vasta como África. Los profesionales del sector audiovisual se enfrentan a la problemática de identificar a los organismos pertinentes para gestionar y proteger sus derechos, un proceso que varía significativamente de un país a otro.
Es por ese motivo que entre las metas centrales de APASER figura establecer normas equitativas para la remuneración y el reconocimiento de los creadores. A través de esfuerzos para documentar y proteger el trabajo de los artistas, la entidad busca fortalecer la posición de los creadores africanos en la industria audiovisual brindando capacitaciones y oportunidades de networking, APASER tiene como objetivo empoderar a los directores y guionistas para que defiendan sus derechos de autor.
“Aunque se han logrado avances, el camino por recorrer es significativo. La falta de conocimiento sobre los derechos de autor y la escasez de profesionales que respalden a los creadores en la industria persisten. La falta de sistemas efectivos para rastrear y administrar los derechos de autor sigue siendo un desafío crucial en muchos países”, aseguró Razanajatovo.
Si bien la situación de los creadores audiovisuales en África es diversa y compleja, iniciativas como las de APASER están construyendo puentes para una industria más justa. Con una gran cantidad de naciones, idiomas y culturas, el camino hacia la transformación es desafiante pero necesaria. La colaboración internacional como la que propone la Confederación Internacional de Autores Audiovisuales (AVACI) y el compromiso local son clave para lograr un cambio positivo en la industria cinematográfica y de series en todo el continente.
En el contexto actual festivales y productoras occidentales denotan un notable interés por los contenidos africanos. “Nunca había habido tantas películas afrofuturistas. Las plataformas se han dado cuenta de que África es un gran mercado cuando ya han llegado a su límite en otros continentes”, aseguró el director mozambiqueño Pedro Pimenta, consultor de la Unesco en asuntos audiovisuales africanos, al diario español El País.
Desde Nigeria hasta Mauricio, desde Togo hasta Kenia, la lucha por los derechos de autor y el reconocimiento de los creadores audiovisuales en África es un esfuerzo conjunto. A medida que las organizaciones como APASER trabajan para unificar a los cineastas y guionistas bajo una causa común, la industria del cine y las series en África están experimentando una evolución notable que promete dar voz y valor a los creadores que enriquecen las pantallas en el continente.
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